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DE LA MANO DE LOS MELLIZOS: El repaso de la campaña de los Schelotto

  • Por Nicolás Márquez (@nicomarquezr_)
  • 4 jul 2017
  • 4 Min. de lectura

Guillermo Barros Schelotto consiguió su primer campeonato local como director técnico en Boca, club al que siempre estuvo ligado como jugador y que prometió entrenar en algún momento de su vida. Un repaso por la campaña del último campeón del futbol argentino.


'Yo no quiero ser técnico de fútbol. Yo quiero ser técnico de Boca''. Con esa frase emblemática, el “Mellizo” cerraba su paso exitoso como jugador del conjunto xeneize y partía hacia los Estados Unidos para jugar en Columbus Crew, pero con una promesa hacia el futuro que finalmente se haría realidad casi una década más tarde.


La salida del Vasco Arruabarrena a fines de febrero de 2016 dejó el camino allanado para que Guillermo se calce el buzo de técnico y asuma esa pesada responsabilidad. La eliminación en la Copa Libertadores en la instancia de semifinales ante Independiente del Valle y un regular torneo local hacían replantear muchos aspectos.


Para poder pelear bien arriba, Boca invirtió fuerte con las siguientes incorporaciones: Santiago Vergini, Ricardo Centurión, Axel Werner, Sebastián Pérez, Wilmar Barrios, Nazareno Solís, que se sumaban a Fernando Tobio, Fernando Zuqui, Walter Bou y Darío Benedetto que ya habían sido presentados para la Copa Libertadores. Había dos objetivos claros: ganar la Copa Argentina y hacer un gran papel en el torneo para poder clasificar a las competencias internacionales.


El fixture fue favorable para el conjunto de la Ribera en el comienzo, ya que enfrentaba en su mayoría a rivales en la previa accesibles, pero no eran del todo convincentes sus actuaciones, ya que en condición de local se hacía fuerte, pero lejos de la Bombonera, resignaba muchos puntos en el camino principalmente a través de empates y la derrota en la fecha inicial ante Lanús.


Muchos cuestionamientos recaían sobre el “Melli”, por la contratación de Benedetto que en sus primeros partidos no aportó la cuota de gol esperada, los escándalos de Centurión en su vida privada desde su llegada a Boca y la eliminación ante Rosario Central en la Copa Argentina. Se puso en duda si era el hombre indicado para seguir al frente de la dirección técnica y la seguidilla de clásicos a fines de la primera parte del torneo sería clave para demostrar si se encontraba a la altura de semejante desafío.


Las tres victorias consecutivas ante San Lorenzo, Racing y River con la vuelta de Gago y un rendimiento superlativo de Carlos Tevez, dejaron a Boca como único puntero y todo parecía encaminarse a una segunda etapa del campeonato más tranquila.


Llegaron dos nuevas incorporaciones, Agustín Rossi y Junior Benítez, ambos jugadores entraban con la aprobación del técnico que conocía al extremo de su anterior paso en Lanús y al arquero, porque tenía un buen juego con los pies.

La reanudación del campeonato tuvo diferentes inconvenientes para Guillermo, ante la duda de todo el público sobre si el puesto de ataque debía respetárselo a Benedetto o aprovechar la racha goleadora de Bou. Además, no terminaba de convencer el rendimiento de muchos jugadores que parecían intocables en el esquema de juego, como Bentancur, Pablo Pérez y Peruzzi que se llevaban las principales miradas.


La derrota ante Talleres y el empate contra Patronato, ambos de local, fueron puntos que Boca dejó en el camino y permitieron que perseguidores se acercaran a la punta del torneo para pelear “cabeza a cabeza” en la recta final. El gran cimbronazo se lo propinó River en la fecha de los clásicos, llevándose una victoria por 3-1 y quedando con un partido pendiente ante Atlético de Tucumán, que lo podía dejar a solo un punto del conjunto xeneize.


“Ahora quedan seis fechas para sostener la punta y ser campeones. Depende de nosotros", declaró Guillermo Barros Schelotto cuando las críticas estaban centradas principalmente en él y un campeonato que se veía muy favorable para llevárselo con muchas fechas de anticipación. Con la ida de Rodrigo Bentancur para disputar el Mundial Sub 20 en Corea, modificó el esquema, cambió a la defensa por completo e incluyó a Barrios, pieza clave junto a Benedetto en los últimos partidos junto a Darío Benedetto para encaminarse hacia la conquista.


El “Mellizo” metió mano y el equipo comenzó nuevamente a funcionar como en sus mejores partidos, principalmente con la goleada ante Independiente por 3-0 que le dio una ventaja de cuatro puntos ante su principal perseguidor, River. Una nueva victoria ante Aldosivi en Mar del Plata confirmó esta gran racha de Boca, que podía ser campeón en la siguiente jornada sin jugar, esperando el resultado entre San Lorenzo y Banfield.


Finalmente se consumó la victoria 1-0 del “Ciclón” y Boca era campeón en Bahía Blanca sin haber disputado su partido ante Olimpo. Fue un gran desahogo para el plantel, cuerpo técnico e hinchas, que sufrieron hasta las jornadas finales de la segunda recta del torneo.


"Lo ganamos de manera muy merecida en la cancha. Desde la fecha 13 que estamos punteros y siempre mantuvimos la ventaja", comentó el técnico luego de la conquista. Sin lugar a duda, Boca fue un justo vencedor del campeonato y supo reponerse a las diferentes dificultades que tuvo en el transcurrir de las fechas. Tendrá que reforzarse si quiere pelear por el objetivo primordial que es la Copa Libertadores, pero tiene un técnico con futuro, que por muchos tramos hizo jugar muy bien al equipo, consolidó su idea de juego y tiene una hinchada que lo respeta por todo lo que consiguió en su época dorada como jugador.

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