ERNESTO VALVERDE, PASADO Y PRESENTE
- Por Andrés Scarola (@AndyScarola)
- 7 jun 2017
- 6 Min. de lectura
Ernesto Valverde fue el elegido para tomar las riendas del FC Barcelona. El entrenador de 53 años, vuelve al club dónde alguna vez supo jugar, y tiene la difícil misión de volver a llevar a Messi y compañía a lo más alto del fútbol mundial.

Padre de tres hijos, fundador de una escuela de fotografía con un grupo de amigos, fanático de la guitarra y hablador de cuatro idiomas, llega a uno de los mejores planteles del mundo. No le agrada el amiguismo con dirigentes ni con jugadores, y su experiencia le ha enseñado a manejar la presión. Reemplazará nada menos que a Luis Enrique, que si bien ha sido cuestionado y resistido por varios, logró hacerse de nueve títulos entre 13 posibles en sus tres años de mandato.
“Txingurri”, (“hormiga”, en euskera, una ramificación del idioma vasco) llega al Culé proveniente de Athletic de Bilbao, y si bien ha sido una sorpresa para muchos, que esperaban por Jorge Sampaoli o Mauricio Pochettino, o confiaban en la continuidad de un proyecto a manos del ayudante de Luis Enrique Juan Carlos Unzué o el ex entrenador del Barça B, no es la primera vez que la dirigencia catalana levanta el teléfono por Valverde. En 2013 y 2014, el técnico del Athletic había rechazado las ofertas por su deber de cumplir contrato con el club vasco. “Tata” Martino y Luis Enrique terminaron aceptando el lugar en respectivas ocasiones.

Su carrera como entrenador antes de llegar a Barcelona, comienza y termina en el mismo sitio. Athletic de Bilbao fue su punto de partida en 2001. Comenzó como técnico asistente de Andoni Zubizarreta durante un año, y debutó como entrenador en 2002 en el equipo filial, también durante un año. En 2003 escaló al primer equipo para comenzar su carrera formal como entrenador. Durante su primera temporada, llevó al Athletic a la UEFA Europa League tras finalizar quinto en La Liga. La próxima temporada le daría sus primeros golpes bajos. Una pronta eliminación en la UEFA ante el débil Austria de Viena y la derrota por penales frente al Betis en semifinales de la Copa del Rey. Pese a conseguir una desapercibida novena posición en la temporada, los desacuerdos con el presidente Fernando Lamikiz lo llevaron a tomar la decisión de dar un paso al costado.
Tras un año sin actividades, “Txingurri” firmó con el Espanyol de Barcelona en 2006. El debut, era nada más ni nada menos que la Supercopa de España ante Barcelona, paradójicamente, el mismo debut que tendrá en el club blaugrana ante Real Madrid. El Culé le dio su primera amargura en su nuevo equipo, y los primero partidos de la liga harían que más de uno lo cuestione. El funcionamiento comenzó a mejorar, y llevó al conjunto catalán a la final de la UEFA ante Sevilla. Una vez más, la tanda de penales le jugó una mala pasada y se quedó con las ganas del primer título internacional en la historia del club. Continuó hasta 2008, y en ninguna de sus dos temporadas pudo sacar al equipo “periquito” de mitad de tabla.
Tras su renuncia al Espanyol, Valverde decidió cambiar de aire y migró al fútbol griego. El nuevo destino, Olympiacos. Su arranque, una vez más, era negativo. Eliminado rápidamente en Champions League y en 32avos de final de Europa League, el técnico español volcó todas sus fichas en las competencias nacionales. Su primer título fue la Superliga, y su primera final ganada fue la Copa de Grecia, ante AEK. Tras 34 ejecuciones desde los doce pasos, la tan maldita tanda de penales le daba su primera alegría. Dejó una buena imagen y volvió a España.
El próximo club fue el Villareal. Valverde llegó como un salvavidas para el “Submarino Amarillo”, que en la séptima jornada se encontraba último con sólo tres unidades. Fue despedido en enero de 2010, dejando al club en el décimo puesto. Volvió al Olympiacos por dos temporadas más. Las competiciones internacionales volvieron a darle la espalda, pero pudo conseguir dos nuevas Superligas y otra agónica Copa de Grecia.
En 2012 decidió volver a su tierra, una vez más. Agarró al Valencia luego de la destitución de Mauricio Pellegrino, en un complicado momento social y deportivo del equipo che. En apenas tres meses, llevó al Valencia a los primeros puestos de la tabla. Quedó eliminado en octavos de final de Champions, y dejó al club tras caer con Sevilla y perder la cuarta posición.

En 2013 volvió a sus inicios. En su segunda etapa en el Athletic, clasificó al equipo a la Champions tras 15 años, aunque fue eliminado en fase de grupos. En Europa League, el Torino rápidamente bajó sus ilusiones. Valverde logró revertir la situación y en 2015 llegó a la final de la Copa del Rey, donde esperaba el Barcelona. Pese a haber caído, el triplete del equipo catalán le dio la posibilidad al conjunto vasco de disputar la Supercopa de España. Valverde sorprendió a todos, y con un global de 5-1, le dio un título al Athletic tras 31 años de sequía. En 2016, volvió a ser eliminado en la Copa del Rey ante el Barça, y cayó frente a Sevilla en la UEFA. En su última temporada, finalizada hace apenas unos días, dejó al equipo en posición de Europa League.

“Txingurri” se ha caracterizado a lo largo de sus experiencias por su ritmo y constante amenaza. “El juego no lo controla quien tiene la pelota, sino quien genera las oportunidades”, supo declarar Valverde, aunque valora la posesión de la pelota. En términos comparativos, su filosofía se asemeja más a la de su antecesor Luis Enrique que a la del tan admirado Pep Guardiola. Concluyendo con su idea del juego, el flamante entrenador del Barcelona y aficionado de la fotografía, aseguró que "tanto en una foto como en un equipo buscas el equilibrio de las cosas. Ambos dependen de los elementos que tengas".
"Tiene capacidad, criterio, conocimiento, experiencia, es un amante del fútbol base, un estilo de trabajar propio de nuestro club, una gran capacidad de trabajo y es un apasionado de las nuevas tecnologías y de su aplicación a los partidos", subraya el presidente del Barcelona Josep María Bartomeu a la hora de justificar la contratación.
Nada nuevo

No es la primera vez que Ernesto Valverde entra a la casa del Barcelona. En su pasado como jugador, el club catalán lo fichó en 1988, aunque su estadía se vio repleta de lesiones y sólo disputó 22 partidos y marcó 8 goles. "No fui un gran fichaje para el Barça, lo reconozco. Llegué con una lesión en la rodilla, no tuve una buena recuperación, tuve que volver a operarme, después me operaron del pubis y al año siguiente me traspasaron al Athletic Club. Yo no triunfé aquí como jugador. Es una realidad", comentó.
Otro de sus mejores logros, fue el elogio de una de las leyendas del fútbol mundial, que en ese entonces era su entrenador. El ya fallecido Johan Cruyff destacó su inteligencia como jugador y confesó que el interés por aprender del fútbol que transmitía despertó su curiosidad, y hasta admiración. Como técnico, justo antes que tome al Valencia, el holandés lo remarcó como uno de los entrenadores más destacados del fútbol español.

El prometedor entrenador del Barça, que toma un equipo dentro de todo consolidado, con un arquero confiable, un central experimentado, mediocampistas afianzados y una de las mejores (sino la mejor) delantera del mundo, quiere reforzar algunas zonas como el lateral derecho, algún otro mediocampista que acompañe a Busquets e Iniesta, y un extremo, que sería alternativa a la MSN. "Tengo un conocimiento de la plantilla pero desde lejos. El mercado del Athletic no es el mismo que el del Barça. Confío en la parte deportiva del club y me informaré de sus opiniones", aseguró.
Será el primer desafío de Valverde al mando de un plantel repleto de figuras, aunque quienes lo conocen en profundidad aseguran que “no le tiembla el pulso para manejar egos”. Él mismo develó su estrategia sobre el manejo de grupo: "El técnico tiene que saber de personas. El jugador detecta enseguida a la gente auténtica".
Finalmente, muchos se preguntarán si la presión puede afectar al entrenador en un desafío tan grande. "Sé lo que significa ser entrenador del Barça y dando este paso sé a qué me expongo. Dando una vuelta por el museo del club ya he visto la presión que tengo. El listón está muy alto".
Su debut oficial será ante Real Madrid en la Supercopa de España. ¿Será la excepción a sus flojos debuts? Las exigencias son grandes, el glorioso presente del Merengue presiona constantemente sobre el culé, y las ambiciones de la próxima Champions League se ven a kilómetros.
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