top of page

CHINA QUIERE JUGAR

  • Andrés Scarola (@AndyScarola) y Nicolás Vacca
  • 31 may 2017
  • 4 Min. de lectura

A lo largo de los años, el fútbol fue tomando fuerza hasta convertirse en el deporte más popular del mundo, con dos cunas de talentos marcadas perfectamente: Europa, y América Latina. Para sorpresa de todos, excepto para quienes conocen la cocina de los grandes negocios internacionales, una potencia mundial irrumpió en este deporte con varios millones, un presidente aficionado y un plan a largo plazo con el que amenaza escalar a la cima. China quiere jugar.




Empresarios multimillonarios, marcas transnacionales y el fanatismo por el fútbol del propio presidente Xi Jinping pueden ser las claves para que el gigante asiático expanda su poderío deportivo, al juego más popular del mundo. Un programa de inversión de 800 mil millones de dólares en una década y la postulación de su país como sede de un Mundial parecen ser los caballos de batallas del presidente chino, que hasta aspira estar a la altura de ganar un campeonato máximo en 2036.


Desde hace algunos años la economía China viene mostrando un decrecimiento continuo. Sin embargo, en ese mismo período, comenzaron a aparecer personajes importantes con el objetivo común de invertir cifras millonarias. Muchos de los equipos, como el Beijing Guoan, cuentan con accionistas estatales tal como lo es el Citic Group (corporación estatal de inversión), aunque hay otros como Evergrande que llevan el nombre de la compañía al cual pertenecen (empresa de construcción). Desde el gobierno se buscó la manera de crear nuevas áreas para impulsar la economía y el sector deportivo se convirtió en el centro de atención, tanto local como internacional. El puntapié inicial para que el fútbol comience a ser “tema de Estado”.


Para sorpresa de varios, los clubes chinos rápidamente comenzaron a pisar fuerte en los libros de pases europeos, pateando el tablero con cifras irresistibles para estrellas del balompié en el auge de su carrera. Figuras europeas, sudamericanas, y hasta africanas migraron al fútbol chino, que buscaba reconciliarse con su público, decepcionado por la corrupción que supo envolverlo años anteriores, y acostumbrado a madrugar para buscar el consuelo en la televisión.


La creación de una Superliga y la incorporación de figuras multimillonarias como Carlos Tevez, Ezequiel Lavezzi, el brasileño Oscar, el colombiano Jackson Martínez y demás futbolistas de clase mundial, son sólo el desenlace de un plan maestro para dominar el fútbol en los siguientes años.


Los 10 jugadores mejores pagos del fútbol chino:


Las enormes sumas gastadas por los clubes chinos, que llegan a superar en un 1000% las transferencias habituales del fútbol local, han sido reprobadas públicamente por las autoridades. La Federación China de Futbol (CFA) se queja de que las últimas inversiones no retornarán a las arcas de los clubes. De los 650 millones de euros gastados en los últimos dos años, hasta el 85% no se recuperará. Además, el precio de las entradas para los partidos más populares de la Superliga China (CLS) es relativamente bajo. La justificación de los inversores llega por el lado de los derechos televisivos, cuyos próximos cinco años de servicio fueron vendidos a fines de 2016 a la empresa China Sports Media al valor de 1.150 millones de euros. Negocio que le abre las puertas a la Superliga de multiplicar por 30 los ingresos y acercarse a la Premier League (Inglaterra), que ingresa 1.400 millones.


Contrarrestando el poderío económico de los clubes, la CFA impuso un nuevo impuesto que regirá a partir del próximo libro de pases. Un 100% sobre los fichajes de extranjeros. Los clubes tendrán que pagar un impuesto del mismo monto que pagaron por el jugador. ¿Por qué se implementa esto si perjudica a los clubes de su país? “El sueño del fútbol” de Xi Jinping, es un proyecto a realizar puertas adentro, despegado de los talentos extranjeros e intensamente afianzado a las proyecciones económicas. ¿El destino del dinero de esos impuestos? Un fondo común para el desarrollo de su propio fútbol. Si bien, todas las estrellas que juegan en el país asiático ayudan a la promoción de dicha liga y a que grandes compañías como Fox Sports transmitan sus partidos, el trasfondo de esta idea se asienta en las bases de la sociedad. La fórmula que les funcionó en otros deportes, permitiéndole ganar el medallero en los Juegos Olímpicos en 2008, pretende ser repetida.


Estadio del Guangzhou Evergrande

El deseo del máximo mandatario chino es convertir al país en una potencia regional para 2020 y mundial para 2050. El plan consiste en elevar la inversión pública y promover la privada para alcanzar el objetivo de que 50 millones de niños y adultos jueguen al fútbol de manera regular en 2025. La mejora de infraestructura, la formación de entrenadores y la popularización del deporte, comenzando por los colegios, son las distintas medidas que se plantea el gobierno para su desarrollo integral. Se están construyendo centros deportivos en todo el país, y se espera que para el final de esta década habrá uno cada 10.000 habitantes. Sí, 130.000 centros deportivos en toda China.

Escuela de fútbol de Guangzhou Evergrande

La escuela del Guangzhou Evergrande (mejor equipo de la liga y dos veces campeón de la Champions League asiática) cuenta con entrenadores extranjeros, 2500 alumnos y 50 canchas profesionales.


Otro de los contragolpes a las millonarias compras de extranjeros, tiene que ver con la política de los jugadores nacionales. El fútbol chino sólo permite la alineación de tres jugadores extranjeros por equipo. Además, el reglamento exige que cada once titular contenga al menos dos jugadores nacionales menores a 23 años y un arquero que no sea de carácter internacional. Esto incentiva la inscripción de chicos en las academias de fútbol, y es una clara muestra de las prioridades de su fútbol.


El camino a convertirse en la principal potencia mundial está perfectamente marcado, aunque habrá que esperar para tan ansiado desenlace. Por lo pronto, la selección masculina, está al borde de la eliminación en las Eliminatorias y depende de un milagro para participar en Rusia 2018. ¿Será que Carlos Tévez tiene razón al acusarlos de brutos? Quedará para otro momento. Lo que está seguro es que China se convirtió en 2016 en el quinto país que más dinero invirtió en el mercado de pases internacional, según un informe de la FIFA, con 451 millones de dólares. Y buscará hacer lo posible para convertirse en una potencia mundial en las próximas décadas.



Comentarios


SEGUINOS!
  • Black Instagram Icon
  • Twitter Basic Black
  • Facebook Basic Black
  • Black Google+ Icon
Publicaciones recientes:

Únete a nuestra lista de correo

No te pierdas ninguna actualización

© 2023 by Glorify. Proudly created with Wix.com

bottom of page